vie, 06 ago 2004- 00:00
Cultura y Festejos

ACTO DE PRESENTACIÓN DE LAS OBRAS "LAS NOCHES DEL CAFÉ BURRERO" Y "SERENA CALAMIDAD".

Acto de presentación.
Acto de presentación.
El Salón de Actos "Juan Simeón Vidarte" del Complejo Cultural "La Merced" acogió en la noche del 5 de agosto la presentación de las obras "Las noches del cafe burrero" de Francisco Hidalgo y "Serena calamidad" de D. Domingo Vilaplana, ambos autores naturales de Llerean. La presentación corrió a cargo de Manuel Martín Burgueño y el acto fue clausurado por el concejal delegago de Cultura Manuel E. Fernández Tardío.
Francisco Hidalgo Aznar nació en Llerena (Badajoz) en 1945. Es autor de la novela "Como una copla", autor de relatos y de diversos ensayos sobre Sevilla.
"Las noches del Café Burrero", VII Premio de Novela "Juan Pablo Forner", es la segunda novela de Francisco Hidalgo. Está ambientada en la España de la Restauración Borbónica, y desarrollada entre los años 1884 y 1898, la acción sucede en los cafés de la época, tiene como protagonistas a los cantaores El Canario, La Rubia, El Canario Chico y Trini, que viven de forma apasionada su tiempo y su arte. Es un magnífico retrato de la época sin olvidar personajes como los toreros Fernando El Gallo y Frascuelo, el cantante Silverio Franconetti, el folclorista Antonio Machado Alvarez, Felipe Trigo o un jovencísimo Pío Baroja... todos forman parte de un mundo lleno de color, complejidad y aventura que no sólo refleja una antigua forma de vida, también enciende la curiosidad del lector desde el primer momento. Es una novela trepidante, escrita con agilidad narrativa, desde el respeto y el análisis de los diálogos, hasta la descripción más elaborada.
José Domingo Vilaplana (Sevilla-Llerena, 1963) es profesor de filosofía. Reparte su vida entre Andalucía y Extremadura.
"Serena calamidad" es la primera de una copiosa y variada producción caracterizada, como podrán comprobar, por una hermosa mixtura de vida, pensamiento y literatura. Don Cosme de Tovar, su personal historia y el resto de microhistorias que componen esta novela son una metáfora de la soledad, aunque también -y muy decididamente- un sarcasmo, un ejemplo tragicómico de la locura a que la soledad puede conducir cuando, cegado por el gozoso espejismo de la diferencia y la libertad, los hombres, algunos hombres la desafían y libran contra ella una batalla atroz en pos de una gloria imposible. A su vez, el lenguaje que teje la narracción, como las diversas voces y tiempos que la urden -frutos caprichosos de la memoria extraviada de Don Cosme-, han de registrar igualmente los efectos erráticos del solapamiento vida-paisaje-historia en que todo naufraga con la misma serena y calamitosa naturalidad.