ANTIGUA E ILUSTRÍSIMA HERMANDAD DE NTRA. SEÑORA DE LA SOLEDAD, SANTO ENTIERRO Y SANTO CRISTO DE LA BUENA MUERTE
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RAUL MORALES SABIDO
Asociación Religioso-Cultural que procesiona en la Semana Santa llerenense en la tarde del Viernes Santo.
La Sede Canónica es la Iglesia Parroquial de Santiago Apóstol.
La indumentaria es túnica morada con botonadura negra anudada con cíngulo trenzado negro y morado. Antifaz morado con escudo frontal de la Hermandad. Capa negra con cruz de Santiago sobre el hombro izquierdo. Guantes, calcetines y zapatos con hebillas, negros.
El escudo es la Curz de Santiago flanqueada por dos óvalos y coronada por corona imperial. El óvalo derecho contiene el anagrama de Cristo sobre un sepulcro y el izquierdo el monte Calvario con la cruz y las escaleras.
La Antigua e Ilustrísima Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestra Señora de la Soledad, Santo Entierro y Santísimo Cristo de la Buena Muerte, es una comunidad de fieles que nace en Llerena en el seno del extinto convento de Santo Domingo, en torno al año1565, con el fin de hacer pública estación de penitencia de la fe católica y de atender a sus hermanos y familiares en los momentos inmediatamente posteriores a su muerte. Por ello, desde su origen, mostró una clara función asistencial en relación con la defunción de sus miembros, obligándose a organizar el entierro, no solo de los hermanos, sino también de sus familiares, acompañar al difunto, costear los gastos de cera y la celebración de las misas por el alma del difunto. Junto a esta finalidad funeraria, la Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad desarrolla un programa de cultos, que giran, como es obvio, en torno a la celebración de su estación de penitencia en la Semana Santa. Como preludio festivo a la conmemoración pasionista, se celebraba, el domingo siguiente a la festividad de la Epifanía del Señor (6 de enero), la fiesta del Niño Perdido, consistente en la salida procesional, por separado, de las imágenes de la Virgen y del Niño Jesús, siguiendo cada una un recorrido distinto, hasta su encuentro en un punto determinado.
Pero como es lógico, el acto central del programa festivo de la Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad, lo constituye la realización de la estación de penitencia el Viernes Santo, acompañando la procesión del Santo Entierro. Como acto previo a la salida, debía realizarse, la ceremonia del Descendimiento, practicada habitualmente por las hermandades de esta misma advocación, en el siglo XVI. Consistía en el desclavamiento y bajada del cuerpo de Cristo de la cruz, durante el transcurso del sermón por ello denominado del Descendimiento, predicado por un sacerdote, mientras otros cuatro – denominados los “ varones timoratos “ – desclavaban y bajaban la imagen del Señor de la Cruz y la colocaban en los brazos de la Virgen. A continuación, envolvían su cuerpo en una mortaja y se organizaba lo que era en sí la procesión del Santo Entierro, que se encaminaba a la iglesia de la Concepción, donde se depositaba la imagen de nuestro Señor.
El ciclo ceremonial de la Semana Santa, se cerraba con la procesión del Resucitado, en la mañana del domingo de Resurrección. Así en este día todos los miembros de la hermandad tienen obligación “ de ir acompañando a Nuestra Señora con sus hachas de cera a la procesión de Nuestro Señor Jesucristo Resucitado que ha de salir de la iglesia de Nuestra Señora de la Concepción “. De esta forma la Madre saldría de la iglesia de Santiago en busca de su Hijo ya resucitado para dirigirse a la plaza, “ donde se han de juntar ambas procesiones “.
En 1650, ya trasladada a su sede definitiva en la iglesia parroquial de Santiago Apóstol, la hermandad accede al rango de cofradía, concedido por el Prior de la Provincia de San Marcos de Leon, con la aprobación de sus primeras reglas.
En 1925 se reforma la hermandad dotándola de nuevos estatutos y con el fin de “... rendir el mayor culto posible a la Santísima Virgen, organizar con la mayor solemnidad las procesiones de Semana Santa que le están encomendadas, e introducir en general las reformas consistentes al mayor valor de dichos actos.”
En la actualidad hace estación de penitencia el Viernes Santo con los pasos del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, Santo Entierro y Nuestra Señora de la Soledad.
En la actualidad, la Hermandad rinde culto a Nuestra Señora de la Soledad, el Santísimo Cristo de los Agonizantes y el Señor de la Buena Muerte, y hace estación de penitencia en la tarde del Viernes Santo. Se portan tres pasos, el primero de ellos, el del Señor de la Buena Muerte por hermanos penitentes; y por costaleros de la Agrupación local el de María Santísima de la Soledad y el Santísimo Cristo de los Agonizantes.
María Santísima de la Soledad es imagen de candelero del siglo XVII de autor desconocido, restaurada en los años 60 en talleres sevillanos y en el año 2001 por Antonio Bernal.
El Santísimo Cristo de los Agonizantes, Cristo yacente, es una talla de madera policromada y con estofado en oro en el sudario del siglo XVII y autor desconocido.
El Santísimo Cristo de la Buena Muerte, Crucificado de grandes dimensiones, es una talla de madera policromada y con estofado en oro en el sudario del siglo XVI y autor desconocido.
La Hermandad cuenta con 330 hermanos cofrades.
HERMANO MAYOR: RAUL MORALES SABIDO
PRIMER TENIENTE DE HERMANO MAYOR: EUGENIO SANTOS RAFAEL
DIPUTADO MAYOR DE GOBIERNO: ANTONIO MONTALBAN MOLINER
TESORERO: JOSÉ MARIA CASTELLÓ QUINTANA
SECRETARIO: JESÚS MEJÍAS MURILLO
VOCALES:
LUIS LEPE GARCÍA
JOSÉ ANTONIO MILLÁN MORALES
JOSE ANTONIO GUIJARRO CHACÓN
JOSÉ LUIS ESCALERA MARTÍNEZ
ARACELI CAMPOS MARÍN