ARQUITECTURA
La importancia de la ciudad de Llerena como núcleo urbano destacado y centro político, administrativo y religioso de primer orden desde el siglo XV y fundamentalmente en los siglos XVI y XVII, favoreció la afluencia de importantes artistas de la escuela andaluza, así como la creación de numerosos talleres de artistas locales; convirtiéndose de este modo en un centro artístico de primer orden, hecho que le valió el calificativo de “la pequeña Atenas de Extremadura”.

En el campo de la arquitectura destaca la Iglesia Mayor de Nuestra Señora de la Granada, cuya fabrica es fruto de un largo proceso constructivo que arranca de principios del siglo XIV y finaliza en el siglo XVIII. De la primitiva iglesia mayor de estilo gótico mudéjar con multitud de capillas particulares adosadas a sus naves, tan sólo se conservan los dos primeros cuerpos de la torre, la capilla de los Zapata o de San Juan Bautista y la capilla del Prior. La traza actualmente conservada nos da como resultado una iglesia de planta de salón, de espacio uniforme, someramente compartimentado, con tres naves de altura muy similar separada por columnas de cantería.

La capilla del Licenciado Zapata, se encuentra junto a la cabecera del templo ocupando varios tramos de la nave de la Epístola.
Se trata de una capilla de estilo gótico-renacentista fundada originariamente
por Hernando de León Contador mayor de Castilla en 1498 y que tras ser condenado
por el Tribunal del Santo Oficio por hereje fue subastada siendo adquirida por
el licenciado Luis Zapata. Es de planta poligonal, dotada de sacristía propia,
coro y sotocoro a los pies, y se abre al resto del templo mediante tres arcos,
uno de medio punto y otro rampante a la nave central y otro apuntado a la nave
de al Epístola. Se cubre con bóveda estrellada de terceletes, y combados en el coro y sotocoro sobre esbeltos y robustos pilares de baquetones, en los que las
desproporcionadas columnillas que lo conforman cuentan con basa poligonal,
mientras la banda decorada con el típico motivo vegetal gótico de al cardina que recorre la línea de impostas, hace las veces de capitel. La iluminación se hace
mediante dos ventanas, ligeramente abocinadas, situadas en el lado de la
Epístola sobre la línea de imposta, conformadas por arco apuntado sobre
columnillas de idéntico diseño a las que componen los pilares. Además, las
ventanas, presentan en su parte superior una sencilla decoración de tracerías
caladas. Al exterior la capilla acusa su planta poligonal y cuenta con un
pequeño pórtico albergado por un arco de medio punto y con bóveda de tracerías
que en otro tiempo fue entrada independiente al interior de la misma. También cuenta con campanario propio a modo de
espadaña de tres cuerpos que disminuyen en altura, rematados todos ellos por
flameros y que presenta además decoración mediante medallones con los bustos de
los fundadores. La decoración combina elementos propiamente góticos como los
pináculos escalonados y florenzados de los estribos, la crestería... con otros
propiamente renacentista como la balaustrada de la base de la torre y los
medallones antes aludidos. Tanto en el interior como en el exterior campea el
escudo de los Zapata y Chaves, otro motivo que alude al inicio del renacimiento.
Por su parte, la Capilla del Prior,
fundada por el Prior Gonzalo de la Fuente en 1580, se trata de una edificación,
ya plenamente renacentista, de planta rectangular, con arcos de medio punto
sobre pilares sobrios y elegantes pilastras de orden toscano y con cubierta
mediante bóveda vaída con decoración de casetones. En su interior cabe destacar
la portada que da acceso a la sacristía conformada por un vano adintelado
flanqueado por sobrias pilastras toscanas que soportan un dintel con la
siguiente inscripción: “ESTA CAPILLA DOTO Y FUNDO DON GONZALO DE LA FUENTE PRIOR
DE LA PROVINCIA DE LEON. AÑO 1580” La portada se remata con un frontón
conformado por dos volutas enfrentadas en medio de las cuales se inscribe el
blasón del fundador.
Adosado a la cabecera del templo, se
encuentra el camarín de Nuestra Señora de la Gr
anada, habitáculo especialmente consagrado a la
imagen de la Virgen, muy común en las iglesias de advocación mariana de
Andalucía y Extremadura. Se trata de una construcción rococó, de finales del
siglo XVIII, casi independiente del resto del templo, de planta octogonal,
cubierta por cúpula sobre pechinas y tambor. Está profusamente decorada con
motivos decorativos vegetales, epigráficos, y otros motivos zoomórficos y
antropomórficos, realizados en yeso.
Al exterior la iglesia presenta tres fachadas siendo las más
destacadas la de los lados Norte y Oeste del edificio. La primera que se abre a
la Plaza Mayor, se forma por dos niveles, un primer nivel de estilo barroco,
cuya traza se atribuye al arquitecto llerenense José de Hermosilla, autor entre
otras obras del Paseo del prado en Madrid, conformado por una portada de
cantería adintelada flanqueada por dos pares de columnas adosadas, de orden
gigante con retropilastra sobre podio, rematada por frontón curvo desventrado que alberga en su
interior un escudo emblemático y decoración floral. Sobre el frontón se disponen
a su vez tres grandes blasones el de Llerena, el papa
l y el del reino de
Castilla. El resto de la fachada, en este nivel inferior, se decora con una
serie de rehundidos coronados por sobrios frontones triangulares sobre ménsulas.
El segundo nivel, es de estilo mudéjar, probablemente del siglo XVI, y está
compuesto por dos pisos con sucesión de arcos de medio punto enmarcados por
alfiz sobre pilares octogonales, dotando a esta fachada de gran originalidad.
Por su parte la fachada Oeste se compone por los dos primeros cuerpos de la
torre de estilo gótico mudéjar y del siglo XIV. El cuerpo inferior queda casi
enteramente ocupada por al llamada puerta del Perdón, puerta muy abocinada con
cinco arquivoltas conformadas por baquetones. Las dos arquivoltas exteriores
aparecen decoradas, la primera con una serie de leones rampantes y una cruz
flanqueada por dos castillos en la clave, aludiendo a la provincia de San Marcos
de León, la segunda con una sencilla decoración vegetal. Además el arco apuntado
de la puerta queda perfilado exteriormente por el motivo decorativo de las
puntas de diamanteque aparece también en la línea de imposta
prolongándose a modo de capitel de las columnillas que conforman las jambas en
las distintas arquivoltas. En el segundo cuerpo se dispone una hermosa ventana
geminada de arcos trilobulados que se enmarca a su vez por otro gran arco
apuntado y angrelado con alfiz. Por su parte la fachada Sur esta conformado por
una parte por el exterior de la capilla de San Juan anteriormente descrito y por
otro por la llamada Puerta de San Juan que es una copia exacta al nivel inferior
de la portada Norte, de estilo barroco.
La torre de la iglesia Mayor, elemento más destacado del
edificio y construcción emblemática de la ciudad,
cuenta con cinco cuerpos, los
dos primeros ya descritos, y el resto de estilo renacentista construido en
ladrillo en la segunda mitad del siglo XVI. El tercer y cuarto cuerpo presentan
al exterior doce grandes machones de sección rectangular que enmarcan diez vanos
con arcos de medio punto peraltados, dos en los lados menores de la torre y tres
en los mayores. Se enmarcan por finas columnas y multitud de molduras que
producen un determinante efecto de claroscuro. En el tercer arco de la torre los
arcos arrancan de un antepecho abalaustrado y se coronan por frontones rectos,
cuyos tímpanos se adornan con discos de cerámica vidriada. En el cuarto cuerpo la balaustrada se sustituye por
placas rectangulares rehundidas y sobre las columnas se dispone un entablamento
con triglifos y metopas, eligiéndose en esta ocasión el frontón curvo. Por
último, sobre una terraza abalaustrada se levantan cuatro torrecillas de planta
circular en los ángulos cubiertas por cupulines de cerámica vidriada y una
linterna en el centro de tres cuerpos que reiteran a escala más reducida el
alzado de al torre.
Excepcional muestra de la arquitectura de estilo hispano-flamenco, la parroquia de Santiago
Apóstol, es otro de los edificios de un valor histórico artístico másdestacados de la localidad. Fue fundada por el último Gran Maestre de la Orden
de Santiago, Don Alonso de Cardenas, hacia 1475 para que le sirviera de lugar de
enterramiento. A su fallecimiento tan sólo se ha construido la cabecera del
templo haciéndose cargo de las obras su yerno Pedro Portocarrero, quien modifica
el proyecto original de la obra que preveía la construcción de un templo de tres
naves con torre a los pies, con el fin de disminuir el coste de la misma.
También cambia Pedro
Portocarrero el material utilizado en las obras
sustituyéndose el sillar de piedra por el mampuesto, reservándose el primero
solamente para los vanos y líneas maestras. A consecuencia de estas
modificaciones en el proyecto original nos encontramos con una iglesia de una
sola nave, con el coro a los pies y cabecera muy desarrollada. El ábside poligonal se
divide en dos tramos a los que se abren dos pequeñas capillas cuadrangulares,
una de ellas hoy englobada en al sacristía, que conforman un pequeño crucero. La
cubierta se soluciona en la capilla mayor mediante bóveda estrellada, mientras
que en el resto de la nave se soluciona mediante bóvedas sexpartitas y se
sustentan por pilares de baquetones adosados al muro. Los baquetones cuentan con
una sencilla basa dispuestas sobre plinto y con capitel de hojarasca. La
iluminación se hace a través de sencillas ventanas geminadas, ligeramente
abocinadas, conformadas por arco apuntado sobre haces de molduras con basa ática
sobre plinto poligonal y con capitel de hojarasca. Además presentan decoración
de tracerías caladas en al parte superior Al exterior presenta estribos que en
la parte de la cabecera se decoran con pináculos y gárgolas, y el blasón de los
fundadores junto con una lapida conmemorativa de la fundación del templo con
caracteres góticos todo ello enmarcado por un rico entramado de tracerías, así
como cornisa volada de modillones. Posee tres portadas construidas en cantería
que responden a un mismo diseño aunque la del lado Norte se destaca sobre el
resto por su mayor decoración. Presentan arco apuntado y abocinado perfilado por
gablete sostenido por ménsulas y coronado con cruz florenzada. El tímpano no
presenta decoración y el vano de entrada es adintelado. Las arquivoltas
descansan en finas molduras que siguen el mismo modelo descrito en las ventanas.
La portada Norte presenta además dos pináculos escalonados y florenzados que
enmarcan la puerta junto con un gran alfiz sobre ménsulas. También aparecen en
este portada Norte los escudos de Don Alonso de Cárdenas y su esposa Leonor de
Luna.
De los ocho conventos que existieron en la ciudad el único queaún conserva íntegramente tanto su estructura
como su función es el Convento de Santa Clara, fundado a
principios del siglo XVI por el comendador de la Orden de Santiago Rodrigo
Porrado. Claro exponente de la arquitectura clasicista que se desarrolló en
España a partir de los años finales del siglo XVI, la iglesia del convento de
Santa Clara sigue en planta el modelo tan difundido en las iglesias conventuales
andaluzas, de una sola nave dividida en cuatro tramos, con el coro a los pies y
ábside semicircular, lo que se ha denominado planta de cajón. Cuenta también con
capillas hornacina bajo arco de medio punto enmarcado por pilastras cajeadas.
Junto al coro se sitúa el claustro, patio cuadrado de dos pisos con corredores
de arcos de medio punto enmarcados por alfiz y columnas estriadas de orden
toscano en el piso inferior y entorchadas en el superior. Además los vanos se
multiplican por dos en la crujía superior, disminuyendo también en tamaño. La
cubierta del edificio se resuelve m
ediante bóvedas vaídas, bóvedas que sirven de
soporte a una riquísima serie de pinturas realizadas en el siglo XVI y en las
que se despliega un extenso programa iconográfico relativo principalmente a la
vida de la Virgen y a la Orden Franciscana. Las bóvedas presentan un esquema
compositivo típicamente Serliano basado en la compartimentación geométrica del
espacio. Además aparecen un sinfín de motivos decorativos propiamente
renacentistas como grecas y candelieri.
Al exterior presenta dos portadas gemelas de ladrillo de tres cuerpos, el
primero de ellos conformado por arco de medio punto flanqueado por pilastras
cajeadas que sostienen un entablamento sobre el que se levanta el segundo cuerpo
conformado por dos arcos similares también flanqueados por pilastras y que dan
lugar a hornacinas. Nuevamente aparece un entablamento que además se remata por
un frontón roto que alberga el tercer cuerpo idéntico al anterior pero de un
solo arco rematándose por un frontón triangular en cuyo tímpano se alberga el
escudo de los fundadores.
Junto al convento de Santa Clara, el único espacio monacal con una función religiosa en la ciudad, es la iglesia del desaparecido convento de la Concepción. Aunque su fundación se fecha en 1537 el edificio que hoy conocemos es un inmueble barroco del siglo XVII en el que tan sólo se conserva de la primitiva fábrica una sencilla, aunque hermosa, portada plateresca y un púlpito de cantería policromado. La iglesia es también de planta de cajón, con capillas hornacinas y con cubierta de bóveda de cañón con lunetos. El presbiterio se cubre con cúpula semiesférica con linterna, y cúpula avenerada en el ábside. Las capillas hornacinas se conforman por arcos de medio punto sobre pilastras toscanas. A su vez estas capillas quedan encuadradas por pilastras de orden gigante que sostiene un entablamento recorre todo el templo.
La portada se compone de dos cuerpos de cantería sobre los que se dispone una espadaña de ladrillo de tres pisos. La entrada se organiza mediante un arco carpanel sobre jambas apilastradas decoradas con candelieri. Queda enmarcada a su vez por dos pilastras decoradas también con elementos típicamente renacentistas sobre el que se dispone un entablamento con friso corrido con la inscripción "AVE MARÍA". El segundo cuerpo queda enteramente ocupado por un vano rectangular flanqueado por dos semicolumnas adosadas de orden toscano.
También seconserva aún en pie la iglesia del Colegio
Jesuita. El edificio, fundado a iniciativa del cabildo de la ciudad
para dotarla de centros de enseñanza en 1631 sería traspasado con posterioridad
los padres Mercedarios tras decretarse la expulsión de la comunidad jesuita de
los reinos de España, tomando el nombre de Convento de la Merced. El templo del
mismo, uno de los más grandes de la ciudad, es de estilo barroco y sigue el
modelo de las iglesias jesuíticas, planta de cruz latina con crucero muy
desarrollado y capillas entre los contrafuertes. La cubierta se hace mediante
bóvedas de cañón con lunetos en la nave principal y bóvedas de aristas en
las capillas laterales. El crucero por su parte se cubre con un cimborrio
octogonal al exterior y cúpula semiesférica con linterna en el interior. Son muy
destacadas las tres portadas de cantería por las que se accede al inmueble, dos
de ellas de estilo barroco clasicista con vano adintelado decorado con bocelón
flanqueado por pilastras cajeadas con ménsulas por capitel y remate de roleos
con los escudos de España y la Orden Mercedaria. La tercera, gótico renacentista
que debió pertenecer a una construcción anterior, con vano adintelado y
almohadillado y logia con pretil de tracerías góticas.
Además, son numerosos los restos de los otros conventos e iglesias pertenecientes a las distintas ordenes religiosas asentadas en LLerena, tales como el claustro del convento de Santa Ana, el tramo del coro de la iglesia del Convento de Santa Isabel o los muros y ábsides del de San Buenaventura. Todos ellos tienen su origen en el siglo XVII y estilísticamente han de encuadrarse en el estilo barroco.
Edificios religiosos de la ciudad aunque con una función totalmente diferente fueron los hospitales. En Llerena llegaron a existir hasta siete de ellos, conservándose aún en pie el de San Juan de Dios y el de Santa Catalina.
El Hospital de San Juan de Dios es una fundación de 1672, siendo su iglesia un inmueble barroco del siglo XVIII en el que destaca su hermosa fachada de cierto sabor hispanoamericano. La iglesia del hospital es de planta de cruz latina, con cúpula lucernario sobre el crucero y bóveda de cañón con lunetos en el resto del templo. Todo el interior se recorre por un complicado entablamento con multitud de molduras sobre pilastras pareadas de orden gigante. Además el hospital mantiene intacto el refectorio, claustro porticado con arcos de medio punto sobre esbeltas columnas con capitel de castañuelas, y otras dependencias, así como la portada de acceso al mismo toda ella de cantería y de estilo clasicista del XVII. Por su parte, el Hospital de Santa Catalina, antigua sinagoga judía y hospital de la Santa Cruz en el siglo XVI, tan sólo conserva hoy en día una sencilla portada de clara raigambre popular y parte de la cabecera de su iglesia con un pequeño cimborrio sobre el crucero.
En el plano de la arquitectura civil en Llerena, cabe destacar, en primer
lugar, la inigualable Plaza Mayor de Llerena, plaza
porticada de estilo mudéjar en la que se sitúan los edificios más importantes de
la ciudad, como es el caso de la antigua Cárcel Real, la Iglesia Mayor de
Nuestra Señora de la Granada o el Palacio Consistorial. La plaza se organiza en
cuatro frentes, dos de ellos porticados, con arcos de medio punto enmarcados por
alfiz sobre columnas de cantería de orden jónico o toscano.
Es muy notable el conjunto de palacios existentes en la ciudad: Palacio Maestral, Palacio Episcopal, Palacio Consistorial y
Palacio de los Zapata, nobles edificios con hermosos patios de
corredores y amplios salones y dependencias. A excepción del Palacio
Consistorial de estilo ecléctico, con patio porticado de arcos de medio punto
sobre esbeltas columnas de orden toscano, estos ed
ificios tienen como rasgo común el empleo en
su construcción de elementos de los estilos mudéjar e hispano flamenco propios
del siglo XVI en el que fueron construidos. Como es el caso de los patios
porticados de ladrillo de dos pisos con arcos de medio punto enmarcados por
alfiz sobre pilares octogonales; y las portadas de cantería con los blasones
referentes a sus moradores.
También se conserva numerosos ejemplos de casas señoriales, blasonadas, en su mayoría de estética barroca, aunque aún son más numerosas las muestras de arquitectura mudéjar de los siglos XVI, XVII y XVIII, conservadas en la ciudad,casas de dos plantas y patio porticado en el interior. El uso del ladrillo y el yeso combinado con elementos decorativos tales como el alfiz, el arco de herradura y el modillón dotan a estos edificios de una estética especialmente atrayente por su preclaro sabor popular.
Parte importante del patrimonio artístico de la ciudad
en lo que a la arquitectura se refiere son los numerosos restos de las
construcciones de carácter defensivo que en ella se conservan, torres, lienzos
de muralla y puertas monumentales enmarcables entre los siglos XIV y XVI. Merece
especial mención la Puerta de Montemolín, única de las cuatro
grandes puertas que existieron que se conserva aún en pie. Se trata de una
portada de cantería conformada por un arco de medio punto sobre el que se
dispone una inscripción relativa a su construcción y el escudo del rey Felipe
II, rematando todo el conjunto un templete de ladrillo con pintura al fresco de
la Inmaculada Concepción.