DOCUMENTAL

El Archivo Histórico Municipal de Llerena nace a la par que el gobierno municipal comienza su historia escrita. El Cabildo de Llerena cumple las pragmáticas de los reyes Isabel y Fernando por las que se ordena a los Corregidores disponer un arca en la que custodiar escrituras, privilegios y libros de leyes; así como hacer registros de los documentos e índices para su control. También asume lo dictado en la real Cédula rimada en Valladolid por Carlos I en 1531, que añade la obligación de reconstruir los documentos, en caso de haberlos perdido, mediante copias. De aquí arranca la constitución legal de nuestro archivo municipal.

A lo largo de los siglos ha cumplido las funciones administrativas y de testimonio judicial propias de la administración local del antiguo régimen y del moderno. Será bien entrado el siglo XX cuando además de aquellas funciones sirve para la investigación histórica y científica. En 1936 y a propósito del impulso regenerador de la II República, se nombra un archivero-bibliotecario municipal, que apenas si está unos meses en el cargo por la guerra civil.

A partir de la década de los ochenta y por parte de la Junta de Extremadura, se comienza el tratamiento con técnicas archivísticas del fondo histórico. Los trabajos no tienen continuidad. Por esas fechas el fondo histórico es microfilmado. Será en 1996 cuando se nombra nuevo archivero municipal, volviéndose a retomar los trabajos técnicos de acuerdo a la archivística moderna.

El Archivo Histórico Municipal recoge documentación desde 1559 hasta nuestros días. Tiene tres grandes fondos correspondientes a tres instituciones: el propio Ayuntamiento(1291 legajos), el de protocolos notariales (169 libros y legajos), y el de la extinta Cámara Agraria local (27 legajos). A esto hay que sumar las colecciones de los diversos diarios oficiales nacionales y regionales.

La documentación del Ayuntamiento se encuadra en dos grupos muy definidos: en primer lugar, encontramos las Actas del Cabildo, esto es, libros de Actas de Sesiones, en su mayoría bien conservados, desde el siglo XVI al XX. En segundo lugar, otro conjunto integrado por libros, también en buena conservación y perfectamente encuadernados, de muy diversos temas de la vida de la ciudad: libros del Pósito, libros de arrendamientos, libros de amas de cría, libros de penas, salarios y propios, libros de alcabalas, de pagos..., referidos básicamente a los siglos XVI y XVII.

La documentación municipal del siglo XX es más variada, con un mayor número de series documentales.

El fondo de protocolos notariales que están en el archivo municipal, abarca desde 1577 hasta 1705, sin lagunas. El resto de protocolos se encuentran en el archivo de protocolos del distrito notarial de Llerena.

El fondo de la antigua Cámara Agraria se compone de expedientes, libros y documentos, que la Junta de Extremadura no recogió cuando tomo en propiedad el patrimonio de estas instituciones. Están debidamente clasificados e inventariados.